Desde lluvias torrenciales, hasta el aumento del nivel del mar debido
al deshielo de los glaciares y los casquetes polares. En la actualidad
son muchos los peligros que puede generar el cambio climático. Con todo,
estas dificultades no suelen preocupar en general al ciudadano de a pie
que, inmerso en sus tareas cotidianas, tiende a pensar que la región en
la que vive está perfectamente preparada para resistir cualquier
desastre natural que la asole.
Sin embargo, la Universidad de Notre Dame no opina lo mismo pues,
cada año, hace público un ranking en el que clasifica a los diferentes
países atendiendo a su capacidad para resistir los efectos del cambio
climático. Elaborado desde 1995, este estudio es conocido como «Índice
de Adaptación Global de Notre Dame» (ND-GAIN, por sus siglas en inglés) y
hace referencia también a la capacidad que tiene cada región para
adaptarse a los cambios que se produzcan tras los presuntos desastres
naturales. En el caso de 2015, y para nuestra suerte, la investigación
ha determinado que el mundo está mejor preparado que hace 20 años para
resistir las inclemencias que puedan ocurrir.
Países menos y más vulnerables
Según el ND-GAIN, el país mejor preparado para resistir un desastre
natural es Noruega -con una puntuación de 82,7 sobre 100-. En palabras
de los expertos, todo se debe a que la región cuenta con una gran
estabilidad alimentaria, un buen sistema de salud, acceso al agua
potable y una excelente infraestructura energética. Este territorio va
seguido de Nueva Zelanda, Suecia y Finlandia.